lunes, 19 de septiembre de 2011

Mi primer crucero

Hace casi dos años que no escribo nada. En estos dos años, he descubierto muchos lugares del mundo, no tan lejanos como los ya relatados. Todo ha quedado en el continente europeo, el que más he recorrido en mi vida, incluso dos veces en muchos de los países. El viaje más destacable fue el año pasado, 2010, y se trataba de nada menos que un CRUCERO POR LAS BÁLTICAS, esto es: Finlandia, Rusia, Estonia, Suecia, Polonia y Dinamarca.

La verdad es que fue alucinante y muy enriquecedor. Cabría destacar San Petersburgo, donde estuvimos dos días y visitamos toda su esencia, encanto, belleza artística y lugares fascinantes. Allí descubrí la fastuosa catedral donde toda su decoración se realizó a base de mosaicos y mide más 10 metros de altura.

Además, la estancia en el barco también nos abrió un mundo de posibilidades: jacuzzi a cualquier hora del día, pues fuimos en junio y coincidió con las noches de sol (al pasar de San Petersurgo a Estocolmo, a las 12 de la noche había Sol), poder comer a cualquier hora, espectáculos diarios, eventos de animación.

Sinceramente, una aventura recomendable para todos los amantes de los viajes y las nuevas experiencias, por lo menos para mí lo fue: una inolvidable e increíble experiencia, que tuvo como aliciente tener a mi madre como compañera y a mis tíos como iniciadores, pues fueron quienes convencieron a mis padres, aunque después mi padre no pudiera ir y le sustituyese yo. Toda una suerte.

Yo, en la cubierta del barco
Catedral de San Peterburgo

Atardecer saliendo de San Petersburgo, rumbo a Estocolmo.